Ventilación: cuidados para mejorar la calidad del aire de casa
Malos olores, humo o la simple vida cotidiana impone la necesidad de abrir, cada día, las ventanas para renovar el aire de casa. Este gesto no sólo es necesario para mejorar el ambiente, sino también para purificar que el aire que respiras.
Descubre las claves para ventilar de la manera más eficiente.
La mejor forma de evitar que el aire se vicie en nuestras casas es crear una corriente cruzada en tu hogar, aquella que permite que el aire discurra de un lugar a otro sin obstáculos. Por regla general, se recomienda realizar esta operación una vez al día, durante unos diez minutos y, en todo caso, con la calefacción y el aire acondicionado apagados. Por eso, suele ser preferible ventilar por las mañanas, ya que solemos (siempre que sea posible) apagar el aire o la calefacción al acostarnos.
Para crear una adecuada ventilación, es necesario trabajar desde el propio diseño de la casa. Lo habitual es que la vivienda cuente con ventanas u otras aperturas en paredes opuestas entre sí, pero hay otras opciones. Por ejemplo, si tu casa tiene sólo una pared que dé al exterior, lo adecuado es construir dos ventanas en vez de una grande. De esa manera, es posible generar circulación de aire si se cuenta con una pared pantalla. Las configuraciones escalonadas de los espacios y el uso de paredes sobresalientes en fachadas pueden favorecen la circulación del aire en los ambientes interiores.
La ventilación es necesaria en toda la casa, pero más aún en aquellas estancias que tienen una importante producción de calor y humedad, como es el caso de la cocina y el baño. Lamentablemente, no siempre es posible contar con un aseo con apertura al exterior. Si es tu caso, recuerda que el mercado ofrece multitud de soluciones de ventilación mecánica para renovar el aire.
Evita ambientes cerrados
Muchas veces, nos exponemos a niveles de contaminación que pueden llegar a incidir en nuestra salud, sobre todo si eres asmático o tienes algún problema pulmonar. En este tipo de casos puntuales se recomienda mantener la casa con las ventanas cerradas el mayor tiempo posible, para evitar que el aire penetre en el interior.
Sin embargo, mantener la vivienda cerrada puede ser igualmente perjudicial. Especialmente en invierno, cerrar tu vivienda a cal y canto no sólo puede generar un ambiente enrarecido en casa, sino también provocar una mala calidad del aire interior. Para evitarlo, además de ventilar a diario, se recomienda no fumar en las estancias, controlar los cambios bruscos de temperatura y mantener limpios los sistemas de calefacción y aire acondicionado, entre otras medidas.
También puedes buscar ayuda: las plantas y las las flores contribuyen a proveer oxígeno al ambiente durante el día y, además, limpian el ambiente de algunas sustancias tóxicas, como el benceno, que son habituales en determinados productos del hogar, pinturas… Otra opción son los humidificadores ambientales, muy útiles cuando la calefacción reseca el ambiente en invierno.